«En Devolver miramos al ano de la historia de los juegos». «¿Al ano?». «Al ano». «El día de hoy vivimos la era más increíble en la historia de los juegos para videoconsolas que va a redefinir el futuro de de qué manera jugamos». A un lado del cuadrilátero, Phil Spencer, persona real y líder de Xbox, la consola de Microsoft. Al otro, Nina Struthers, persona inventada y ejecutiva del departamento de intimidación de Devolver Digital. La primera conferencia fue seguida en riguroso directo por miles y miles de personas y millones en streaming. La segunda fue grabada de forma diferida como una película de serie Z y reproducida por cuarenta y pico mil personas en YouTube.

El agua y el aceite del E3, en este primer día en la lisérgica Los Ángeles, fueron Microsoft y Devolver Digital. Si deseamos hacer el símil musical, Microsoft fue Queen y tocó el We are the Champions! para un público puramente gamer que, como afirmé el año pasado, prosigue vivísimo. Devolver, no obstante, pasó su exquisita ironía macarra y muy, muy negra tal y como si fuera el nihilista Kurt Cobain cantando aquello de «Raaaaape meee, Rapeeeee me, my friend».

Mas lo más sorprendente no son los abismos que han separado las dos conferencias (en espíritu antagónicas), sino más bien las semejanzas. Si el menú que ofrece Devolver Digital en su presentacion en un famoso salon eventos corporativos se supone siempre y en toda circunstancia encontrarse con juegos que renuevan en lo estético o bien jugable, lo más sorprendente de la conferencia de este domingo de Microsoft es el espacio que este género de juegos ocuparon en la conferencia a todo o bien nada de Microsoft.
Un instante de la conferencia surrealista de Devolver Digital.
Un montón de títulos indie se presentaron en el salon de fiestas corporativas, con estéticas exquisitas que recobran el cartoon y la animación a mano en juegos para videoconsolas, se llevaron su una parte de protagonismo: Battletoads (cartoon de ecos de los noventa), Spiritfarer (estética afín a la de Gris) y Legend of Wright (como los dibus del bloc de notas de un pequeño) sorprendieron por sus propuestas animadas en un bosque de fotorrealismo AAA. Desde el otro lado, la propuesta más amena de Devolver fue, indudablemente, el bulto de juegos pirata (versiones bootleg) de los tradicionales de su catálogo que se puede jugar en Steam.

Lo interesante de cotejar estas conferencias es ver de qué forma el ecosistema de los juegos para videoconsolas ha florecido en múltiples ramas que representan ya no modelos de negocio en las antípodas, sino más bien filosofías existenciales totalmente discordantes. Las conferencias de Xbox son siempre y en toda circunstancia el abrazo sudoroso, y bastante varonil, que se da un equipo en los vestuarios; del gamer para el gamer a golpe de estruendosos World Premiere. La mala hostia y acidez de Devolver, su cutrerío pretendido, la actitud rebelde y asimismo presuntuosa de los gafapasta del juego. El medio va creando sus tribus y esto es verdaderamente saludable. Pues donde hay tribus, hay cultura.

Me quedo de este arranque del E3 con otra constatación, la de que todo el planeta desea estar en los juegos. Cuando se subió Keanu Reeves al escenario de Xbox, crucé una mirada y una sonrisa con el compañero Juan Rubio, de Vandal; una mirada que venía a decir: «Quién nos ha visto y quién nos ve». Todo el planeta desea hacerse la fotografía con el juego. Todo el planeta desea tener su juego. Se ha pasado de la indiferencia cara el medio al punto de que una estrella mundial, un icono de lo pop como Keanu Reeves, se suba al E3 y de la data de lanzamiento del Cyberpunk dos mil treinta y tres. Ver para pensar.

Otro síntoma, George R.R. Martin (sí, el de Juego de tronos) cooperando con el excelente Hidetaka Miyazaki en un juego sobre la mitología celta titulado Elder Ring. Todo el planeta desea tocar juego para videoconsolas. Todo el planeta desea ser juego

En los próximos días, vamos a ver de qué forma el juego prosigue en el filo de la navaja. Va a haber que ver con qué se presenta Netflix el próximo miércoles doce, a media mañana en el Coloseum. Va a haber que ver si Stadia da nuevas sorpresas con ese ambicioso modelo streaming de Google. Y el silencio de Sony, que no se va a romper a buen seguro en estos días, es la nueva sin titular sobre la que pende el futuro de la líder presente de la industria. Mas ya antes, el E3 tiene mucho que decir, sea con los susurros de Kobain o bien los gorgoritos de Mercury. El martes mismo, sin ir más allá, se va a cerrar el día con una conferencia maravillosa: Los Simpsons: treinta años de juegos para videoconsolas y de rechistes de los juegos para videoconsolas con los argumentistas y productores de una de las series más populares de todos y cada uno de los tiempos.