
La diseñadora británica que tiene perfumerias de fragancia masculina vivió un enorme instante de sofocación a lo largo de una sesión de fotografías que le llevó a coger el móvil y marcar el novecientos noventa y nueve, el número de urgencias de R. Unido.
Que Victoria Beckham (cuarenta y dos años) es una fashion victim no es ningún secreto. Ya en su etapa de Spice Girl su apodo era Posh Spice -la Spice pija- y era la muchacha del conjunto que más proseguía las tendencias y la más presumida de la banda. 2 décadas tras estrenar el hit Wannabe Victoria prosigue probando que su faceta presumida está más viva que jamás y prueba de ello es un episodio que protagonizó en la mitad de una sesión de fotografías.
La mujer de David Beckham (cuarenta y dos) estaba al lado de su maquillador profesional en el momento en que una situación le llevó al máximo y le generó una enorme sofocación inútil de aguantar. Tan estresada se vio, que no vaciló en coger su móvil y marcar el número de urgencias de R. Unido. Ya antes de darle al botón de llamada, el inconveniente se solventó y Victoria volvió a la calma.
Mas, ¿qué pasó a fin de que la esposa del futbolista se alterase tanto? Que su delineador de labios no aparecía. La sastre se declara una absoluta fan obsesiva de este producto de belleza y al ver que su maquillador no lo hallaba en su estuche perdió los nervios por completo. Además de esto se trataba del lapicero en color nude, su preferido, con lo que su desaparición momentánea se transformó en un drama.
Esa ‘fatal’ aventura ha sido contada por ella misma en el programa matinal de la TV inglesa, This Morning. Mas no es la primera vez que vemos esta faceta de Victoria. La diseñadora ha probado, con este convocado episodio y muchos otros, que es una persona muy sentida, nada que ver con la imagen fría que a lo largo de años se dio de ella. Hace apenas un mes sorprendía a todos con una foto en sus redes que no está habituada a enseñar. En la instantánea aparecía llorando, con los ojos refulgentes y el rimmel algo corrido. Y es que su hijo mayor, Brooklyn Beckham (dieciocho), empieza este curso la universidad y el hecho de separarse de ella le generó una enorme tristeza que transformó en un drama viral.
Es por este motivo que sus más de dieciseis millones de seguidores en Instagram no pierden detalle del ademán de su semblante para saber de qué manera se halla su ídolo en todo instante. Son conscientes que todo cuanto se distancie de su lado, así sea un hijo o bien un lapicero de labios al que tiene singular afecto, es motivo a fin de que su venerada Victoria saque su lado más sensible o bien su vena más obsesa y le afecte en demasía, con lo que siempre y en toda circunstancia le recuerdan que están ahí para apoyarla o bien prestos a llamar al novecientos noventa y nueve, S.O.S urgencias.