El tren se afianza como uno de los atractivos turísticos de Salta, ya que todas y cada una de las salidas de julio se realizaron con su capacidad colmada y, por la demanda de pasajes, se agregó una frecuencia por semana, notificaron sus responsables.
«Estamos muy contentos con los resultados que vamos teniendo en estas vacaciones», dijo el presidente del Tren a las Nubes, Diego Valdecantos, quien informó que los turistas nacionales fueron los que más eligieron el paseo a lo largo de estas vacaciones, especialmente los de la ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe.
Valdecantos reveló que «celebramos el día del amigo, obsequiando a cada uno de nuestros pasajeros merchandising del tren».
Los salteños asimismo eligieron caminar en el Tren a las Nubes a lo largo de sus vacaciones, ya que a lo largo de las dos primeras semanas de julio, el 40 por cien de los pasajeros fueron comprovincianos.
Este icónico atrayente, que vive una genial temporada invernal, salió con su capacidad colmada en cada una de las cuatro frecuencias semanales que se programaron para julio.
El circuito del Tren a las Nubes comienza en la ciudad de Brinca, con la salida en bus, que circula por la Ruta Nacional 51 y pasa por las localidades Campo Quijano y Gobernador Solá, hasta llegar a El Alfarcito, donde se comparte un desayuno campestre preparado por los lugareños.
El trayecto prosigue por la Quebrada de las Grutas y la llanura de Muñano, hasta llegar a la localidad de San Antonio de los Cobres, que es la cabecera del departamento Los Andes y se halla en la castigue de Brinca.
Allá, a unos 185 kilómetros al oeste de Salta Capital, el contingente se embarca en el Tren a las Nubes, con el que recorre unos 20 quilómetros más, hasta llegar al puente La Polvorilla, a 4.200 metros sobre el nivel del mar.
Entonces, los visitantes regresan a la urbe de Salta en ómnibus, desde San Antonio de los Cobres, con una última parada en Santa Rosa de Tastil, área de repercusión del Camino del Inca en la provincia de Salta y centro administrativo de la Quebrada del Toro.
Allí los pasajeros pueden visitar el Museo de Lugar vinculado al espacio arqueológico de Tastil, y adquirir artesanías y productos locales en el Centro de Artesanos de la comunidad.